Tu eres como el personaje de Brad Pitt, quizás estás atravesando alguna crisis en tu vida, pero por más desafortunado que te sientas, jamás olvidas tu fortaleza de roble, tu sensibilidad, y sobre todo, tu extraordinario humor.

Tú y el personaje de Bad Bunny son uno mismo. Por tus venas corre la venganza a sangre fría. Eres muy serio, determinado, y aceptémoslo, tu ira quizás te ha generado algún desencuentro por aquí o por allá.

Que no te guste ser el centro de atención a vista pública no significa que no te guste tener las cosas bajo control, sino todo lo contrario. Eres frío, calculador, y sobretodo, un enorme estratega. Sabes a qué tipo de persona acudir en cada situación, y eso es una gran habilidad.

Que las apariencias no confundan a los que te rodean. Podrás parecer inocente y medio nerd hacia afuera, pero sabes que esta faceta solo encubre una personalidad muy profunda, con una inteligencia aguda que permite que tus sentimientos y experiencias la guíen hacia tus más puros objetivos, igual que Prince.

Eres muy rudo; sí, un contendiente a la altura, pero al igual que Tangerine, tienes un lado no sólo súper carismático, sino que sabes que el trabajo en equipo siempre rinde frutos -ejem, Lemon- y tu cariño a las personas que te rodean te jugará siempre a favor.