Eres extremadamente perfeccionista; te exiges demasiado, al igual que a los demás y no te permites ni les permites cometer ningún error. Para ti, es importante que las cosas salgan a tu manera y que resulten estar en perfectas condiciones. Lo unico malo es que a veces llevas tu perfeccionismo al extremo y esto en ocasiones te quita la paz. Necesitas vivir con más espontaneidad.

Sabes cuándo ser perfeccionista y cuándo no; por ejemplo, en el trabajo eres organizada y entregada, mientras que los fines de semana te vuelves más relajada y espontánea. Eso sí, adoras recibir elogios por lo que haces bien.

A ti no te corre la vida; te gusta vivir al día y no planear las cosas, porque para ti, todo fluye mejor cuando dejas que la vida siga su ritmo. No te presionas porque las cosas salgas perfectas, ¡adoras la espontaneidad!